Pasaron desde aquel ayer, ya tantos años.
Dejaron, en su gris correr, mil desengaños.
Más cuando quiero recordar, nuestro pasado.
Te siento, cual la hiedra, ligada, a mí.
Y así, por una eternidad, te sentiré.
Yo sé que estás ligada a mí,
más fuerte que la hiedra,
porque tus sueños de mis sueños
no pueden separarse jamás.
Donde quiera que estés,
mi voz se escuchará
llamándote con ansiedad.
Por la pena ya sin final,
de sentirte en mi soledad.
Jamás, la hiedra y la pared,
podrían apretarse más.
Igual, tus ojos de mis ojos,
no pueden separarse jamás.
Donde quiera que estés,
mi voz escucharás
llamándote con mi canción.
Más fuerte que el dolor
se aferra nuestro amor,
como la hiedra.
Como la hiedra.