Mientras vaya un niño vagabundo, por la calle pidiendo una moneda, nada hemos hecho, camaradas, su manita extendida te lo prueba. Mientras vaya una muchacha, por la noche, ofreciendo su cuerpo adolescente, nada hemos hecho, camaradas, nos lo dicen sus ojos diferentes. Mientras vaya un obrero, sin trabajo, caminando y buscando una respuesta, nada hemos hecho, camaradas, es quien debe contestar, quien no contesta. Por eso hay que decir, ya nunca más, ya nunca más. Por eso hay que cantar, ya nunca más. Por eso hay que vivir, ya nunca más, ya nunca más. Por eso hay que luchar, ya nunca más. /Ya nunca más, ya nunca más/ bis. Mientras vaya, una madre, preguntando por el hijo que aún no ha regresado, nada hemos hecho, camaradas, su pregunta nos convierte en acusados. Mientras haya un gorrión, ensangrentado,
en el vidrio, quebrado, de tu casa, nada hemos hecho, camaradas, tu ventana es un ojo que no transa. Mientras vaya un gato, muerto, en el Mapocho destripado, por la lanza del lancero, nada hemos hecho, camaradas, es el cuerpo del amigo que más quiero. Por eso hay que decir, ya nunca más, ya nunca más. Etc. etc. Mientras haya una justicia que condene, por acuerdo, a la víctima inocente, nada hemos hecho, camaradas, nos lo grita el criminal, impunemente. Mientras haya un ambicioso que propugne el regreso a un pasado de vergüenza, nada hemos hecho, camaradas, nos lo dice una voz en la conciencia. Mientras sigan ocurriendo algunos hechos, mientras sigan ocurriendo algunas cosas, nada hemos hecho, camaradas, encendida estará la alerta roja. Por eso hay que decir, ya nunca más, ya nunca más. Etc. etc.