Hoja parecía
desprendida y lenta
cayendo del árbol
grande de la siesta.
Hoja parecía
desprendida y lenta.
¡Qué invisibles alas!
¡Qué manos ligeras!
la tomaron firme,
la posaron lenta.
¡Qué invisibles alas!
¡Qué manos ligeras!
Mi niña vuela...
Mi niña vuela.
Su pálida frente
no quebró la piedra,
se durmió en el aire,
despertó en la hierba.
¡Que te pilla el aire niña!
¡Niña que te lleva!
¡Que te anda buscando
por las azoteas!
Mi niña vuela,
niña vuela, niña vuela...
La que vuela se llama Ana
y la otra Marina
y su abuela Concha
hace la comida.
Una se llama Ana
y la otra Marina
y su madre Gloria
me alegra la vida.
Niña vuela, niña vuela...