Tú piensas que yo soy una paloma dichosa de picar entre tus manos el pan que pones cuando se te antoja, que aveces se te antoja de año en año. Tú crees que soy de piedra o soy de nieve que no deseo los besos de tu boca y crees que en el amor soy indiferente, por eso tú me das tan poca cosa. Y yo no soy como crees que yo soy; que soy paloma brava y para saciar mi sed toda la lluvia no basta. Que yo no soy como crees que yo soy; que soy paloma brava y para saciar mi sed toda la lluvia no basta. Tú crees que soy feliz con casi nada
y estás equivocado por completo; me tienes que atender como Dios manda que aún hay mucha mujer en este cuerpo. Te has confundido, amor, de parte a parte al darme tus caricias gota a gota; quizás es que mi amor te viene grande y encima por ahí, tú lo derrochas. Y yo no soy como crees que yo soy; que soy paloma brava y para saciar mi sed toda la lluvia no basta. Que yo no soy como crees que yo soy; que soy paloma brava y para saciar mi sed toda la lluvia no basta.