Arribaste al filo de mi madrugada,
Con tu voz de hombre recién estrenada.
Yo ví tu mirada, sincera y valiente,
Tu cara de niño de sol que amanece.
Fuiste como el viento que acerca el otoño,
Dejando las ramas desnudas de pronto.
Después, tú quisiste quedarte en mi vida,
Y así, te llevaste tu primera herída.
Aprendíz de hombre, aprendíz de amante
Quieres ganarlo todo, en un instante.
Aprendíz de hombre, amante impaciente,
Que quieres de un trago la vida beberte.