Pero cómo es posible que yo te quiera tanto,
Que me duelan los huesos de cariño por ti,
Que esté a cada momento crispada por el llanto,
Y cuando no te veo, que me sienta morir.
Estoy sola, mi vía, estando acompañada,
Más sola que la una, te lo juro por Dios,
Pues me faltan tus brazos, tus labios, tu mirada,
Y esa llama invisible que nos quema a los dos.
Qué cariño de locura —locura—,
Es locura, corazón.
Tu cariño es mi ventura —ventura—
Y mi desesperación.
Es mi pena, es mi pena, mi martirio,
Mi agonía y me pesar,
Mi ternura, mi delirio,
Mi alegría y mi verdad.
Tu cariño me disloca —disloca—,
Es un ciego frenesí,
Pues me vuelvo como loca por los besos de tu boca
Desde que te conocí.
Pero cómo es posible que yo te quiera tanto,
Que me duelan los huesos de cariño por ti.