Gime, gime el viento...
y es un lánguido lamento
su canción de Abril.
Gime... y el murmullo de las hojas
trae voces del ayer feliz.
Has vuelto, dulce bien:
Has vuelto junto a mí
... y el aire me acaricia como un beso.
Gime, gime el viento...
retornando aquel momento
del adiós fatal...
y un ansia de gritar se troca en llanto
... y tan sólo sé gemir: ¡amor...amor...!
"Volveré, volveré, dulce amor".
Y hasta el viento escuchó
su promesa al partir.
Y la esperé con fiebre de ansiedad
y hasta recé y lloré nombrándola, corazón...
Corazón... No volvió, ni vendrá...
Gime el viento otra vez
... y sufro más...
El otoño ha vuelto nuevamente
... pero aún no retornó mi amor.
Gira un torbellino por mi mente
y en el viento oyendo estoy su voz;
su voz angelical
que ya no he de escuchar
y que hoy en su tristeza escucha mi alma...
Otra vez el viento
gime igual que aquel momento
del adiós fatal...
Y en vano es que la espere y desespere
si el otoño ya llegó... y no volvió...