Pobre gallo bataraz
se te está abriendo el pellejo,
ya ni pa dar un consejo,
como dicen, te encontrás,
porque estás enclenque y viejo,
pobre gallo bataraz.
Pero en tus tiempos, cuidao,
con hacer bulla en la siesta,
se te paraba la cresta
y había en la arena un finao
y siga no más la fiesta
porque en tus tiempos, cuidao...
Era de larga tu espuela
como cola de peludo
y a más de ser entrañudo
eras guapo sin abuela,
porque hasta el más corajudo
sintió terror por tu espuela.
Si en los días de domingo
había depositada
ya estabas de madrugada
sobre el lomo de mi pingo,
había que ver tu parada,
pocas plumas el domingo.
Y si escaceaba la plata
o andaba medio tristón,
entre brinco y reculón
me picaba la alpargata.
Como diciendo patrón,
ya sabe si anda sin plata...
Pobre gallo bataraz,
nunca te echaré al olvido,
pimento ni maiz molido,
no te ha de faltar jamás
porque soy agradecido,
pobre gallo bataraz.