Voy mirando atrás y al comprobar
que el tiempo nuevo se llevó
la franja, el taco militar...
Yo voy notando aquí en la zurda
que el corazón me hace una burla...
Nada duele tanto como ver
desenrrollar del carretel
el hilo de la juventud...
Adiós glicinas, emparrados y malvones...
Todo, todo ya se fue...
Donde estarán los puntos del boliche aquel,
en el que yo cantara mi primer canción...
Y aquellos patios donde pronto conquisté
aplausos tauras, los primeros que escuché.
Donde estarán Traverso, el Cordobés y el Noy,
el Pardo Augusto, Flores y el Morocho Aldao...
Así empezó mi vuelo de zorzal...
Los guapos del Abasto
rimaron mi canción.
Soy aquel cantor del arrabal,
jilguero criollo que pulsó
la humilde musa de percal...
Me acuerdo de hace veinte abriles
de aquellos bailes a candiles...
Cuando de una oreja iba colgao
como un hachazo en el costao
la mancha roja de un clavel...
Muchachos, todo lo ha llevado el almanaque...
Todo, todo ya se fue...