Yo te amé en un otoño, ya lejano,
con el fuego azul de mi pasión
y hoy traigo tu recuerdo de la mano,
crepusculo lontano, fantasma de mi corazón.
Ibas caminando hacia el misterio,
yo salí a tu encuentro y te alcancé.
Triste cruzabas por la vida
y al ver tu almita herida te acompañé.
Fue un loco amor el que sentí por tí,
entre mis brazos te vi,
que agonizabas con mis besos.
Cuanto duró tu amistad y tu amor, no lo sé,
si toda una vida o quizás
un minuto supremo, tal vez.
Tan solo sé,
que tuviste el valor de encontrar
el instante oportuno de huir
com mis sueños detrás.