Yo nunca tuve orgullo en el amor
siempre me ganaba la pasión,
en un duelo cuerpo a cuerpo
eran tus besos mi templo,
tus caricias mi única religión.
Tu mirada me derrite aún
me sometes a tu sumisión,
me la juegas con descaro
nada siento, ni aún respiro,
si te acercas, ni de mi de fío.
Perdóname si mentí
por amarte me castigas,
pregúntame que pasó
eran tus besos mentiras,
perdóname si no te entendí
tan difícil es dejarse amar,
perdóname fue un error.
Sólo importas tú, aunque no quiera
nunca me quitaste las cadenas,
en la cárcel de tu vida
prisionera está la mía,
demasiado dura mi condena.
Perdóname si mentí...