Yo nunca tuve orgullo en el amor siempre me ganaba la pasión, en un duelo cuerpo a cuerpo eran tus besos mi templo, tus caricias mi única religión. Tu mirada me derrite aún me sometes a tu sumisión, me la juegas con descaro nada siento, ni aún respiro, si te acercas, ni de mi de fío. Perdóname si mentí por amarte me castigas,
pregúntame que pasó eran tus besos mentiras, perdóname si no te entendí tan difícil es dejarse amar, perdóname fue un error. Sólo importas tú, aunque no quiera nunca me quitaste las cadenas, en la cárcel de tu vida prisionera está la mía, demasiado dura mi condena. Perdóname si mentí...