Es casi un delito
ignorar el peligro,
que encierras en tu habitación.
Porque es casi un insulto
tratarnos de adultos,
jugando al gato y al ratón.
Voy anudándome a ti
desnudándote así,
no hay tabú que lo pueda prohibir.
No es pecado querer
tatuarme en tu piel,
no es pecado el placer
ni el deseo.
No es pecado morder
tu boca otra vez,
y apartarte en la red del amor.
Es una locura
no hacer travesuras,
cuando está en juego la pasión.
Porque es una ironía
ligar la agonía,
y vivir de la imaginación.
Voy anudándome a ti...
No es pecado querer...