Tengo madre, tengo hermana
Tengo primas, tengo tías, tuve nana
Tengo amigas, vecinas y una novia que me ama
Tuve una esposa y dos abuelas
Mi sobrina Carolina es la princesa
De este cuento que nunca se va a terminar
Las mujeres son el alma de la vida
La caricia más perfecta, son el aire
Las mujeres son la luz de medio día
La razón de que este mundo no se acabe
Y aunque a veces nos aturden todo el día
Son valientes y no merecen un cobarde
Soy un hombre y me duelen sus heridas
Nunca olvido aquel consejo de mi padre
Pégale a la pared, pégale a la pared
Pero nunca a una mujer, nunca, nunca a una mujer
Tienes madre y lo que sigue
No lo repito porque sonaría igualito
No soy un santo ni quiero cantarte un sermón
Solo te pido tu respeto
Somos hombres y ellas no son un objeto
Que te cuesta llorar y pedirles perdón
O me vas a decir que te falta valor
Las mujeres son el alma de la vida
La caricia más perfecta son el aire
Las mujeres son la luz de medio día
La razón de que este mundo no se acabe
Y aunque a veces nos aturden todo el día
Son valientes y no merecen un cobarde
Soy un hombre y me dueles sus heridas
Nunca olvido aquel consejo de mi padre
Pégale a la pared, pégale a la pared
Pero nunca a una mejer, nunca, nunca a una mujer
Nunca, nunca a una mujer, pégale a la pared