A menudo me pregunto por qué siempre que me besas me deshago.
Ni la distancia ni el tiempo es un precio por vivir encadenado a tus labios.
Porque soy como un huracán vendido al peso,
Soy como los brazos sin las manos.
¿Qué puedo hacer si no estás, aparte de escribir de ti,
Y gritar tu nombre contra el viento.
Como único equipaje quiero que traigas tus labios.
Como único equipaje quiero que traigas tus labios.
Jugar entre rasos blancos a rozarte con las uñas.
Esconderme entre tus piernas seré tu ropa inerior.
A ver quién grita más fuerte, quién hace más daño a quién.
Muerde bien y no me sueltes, dame un poco de dolor.
Eso tú sabes que a mí es mi máxima afición,
Y gritar tu nombre contra el viento.
Como único equipaje quiero que traigas tus labios.
Como único equipaje quiero que traigas tus labios.