Murieron tres mil seiscientos
uno tras otro.
Tres mil seiscientos
mataron uno tras otro.
La escuela Santa María
vio sangre obrera.
La sangre que conocía
sólo miseria.
Serían tres mil seiscientos
ensordecidos.
Y fueron tres mil seiscientos
enmudecidos.
La escuela Santa María
fue el exterminio
de vida que se moría,
sólo alarido.
Tres mil seiscientas miradas
que se apagaron.
Tres mil seiscientos obreros
asesinados.
Un niño juega en la escuela
Santa María.
Si juega a buscar tesoros
¿qué encontraría?
(Texto corregido por Julio Cortázar para las versiones de 1978 y 1981. En negrita las variaciones respecto al original.)
Murieron tres mil seiscientos
uno tras otro.
Tres mil seiscientos mataron
uno tras otro.
La Escuela Santa María
vio sangre obrera.
La sangre que conocía
sólo miseria.
Tres mil seiscientos
cayeron bajo las balas.
Tres mil seiscientos
vertieron su sangre amarga.
La Escuela Santa María
fue el exterminio
de vida sólo agonía,
sólo alarido.
Tres mil seiscientas miradas
que se apagaron.
Tres mil seiscientos obreros
asesinados.
Un niño juega en la Escuela
Santa María.
Si juega a buscar tesoros
¿qué encontraría?