Detrás de los latidos secos que deja el reloj
Detrás de esa sonrisa a media asta y sin color
Detrás de los amigos y del humo a contraluz
Detrás de los espejos y las sombras estás tú
Detrás de las pisadas de los que vienen y van
Detrás de un calendario que adelanta marcha atrás
Detrás de cada foto, de su cara y de su cruz
Detrás de la prisión de mis nocturnos estás tú
Y por más que me digo mil veces
Que debo seguir y vivir
Y por más que reniego tu nombre
No puedo librarme de ti...
Porque estás en las canciones
En las costuras de mi cuerpo, en los colores
En otros labios y otros besos, en poemas
Que me recuerdan que no estás
En los silencios que de noche gritan en mi soledad
En las mañanas
Siempre desnuda de tu olor
En las ventanas cerradas a este corazón
En estas alas que ya no vuelan hacia el sur...
Detrás de todo
Detrás no hay nada más que tú
Detrás de cada esquina de esta fría y gran ciudad
Detrás de ese teléfono que se olvidó de hablar
Detrás de las tormentas, de la calma y la quietud
Detrás de otros gestos y otras voces estás tú
Detrás de cada abrazo que hace despertar mi piel
Detrás de cada carta que escribí y que quemé
Detrás del negro cielo, el blanco invierno, el mar azul, detrás de cada día y cada noche ahí estás tú
Y por más que me digo mil veces
Que debo seguir y vivir
Y por más que reniego tu nombre
No puedo librarme de ti...
Porque estás en las canciones...