Suenan y suenan las bocinas y alarmas tengo una almohada abajo de mi arma Cada vez que me despierto, me vuelvo, me vuelvo, me vuelvo un poco más despierto Me levanto, no me quiero levantar Como algo y me tiembla la cara Miro hacia abajo, una ciudad,
Nuestra Casa de Violencia, me vuelve, me vuelve, me vuelve un poco más violento Me castiga la Muralla de los Andes Una sombra que me sigue a todas partes No la entiendo, no me deja tranquilo, tranquilo, tranquilo