Llenamos el caldero de risas y salero
Con trajes de caricias rellenamos el ropero
Hicimos el aliño de sueños y de niños
Pintamos en el cielo la bandera del cariño
Las cosas se complican
Si el afecto se limita a los momentos de pasión
Subimos la montaña de riñas y batallas
Vencimos al orgullo sopesando las palabras
Pasamos por los puentes de celos y de historias
Prohibimos a la mente confundirse con
Memorias
Nadamos por las olas de la inercia y la rutina
Con la ayuda del amor
Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos
Allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos
No te sueltes la mano que el viaje es infinito
Y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo
Y llegará el momento
Que las almas se confundan en un mismo corazón