Decí, por dios, qué me has dao
que estoy tan cambiao,
no sé más quién soy.
El malevaje extrañao
me mira sin comprender,
me ve perdiendo el cartel
de guapo que ayer brillaba en la acción.
No ves que estoy embretao,
vencido y maneao en tu corazón.
Te vi pasar, tangueando, altanera
con un compás tan hondo y sensual
que no fue más que verte y perder
la fe, el coraje y el ansia 'e guapear.
No me has deajo ni el pucho en la oreja
de aquel pasao malevo y feroz.
Ya no me falta pa' completar
más que ir a misa e incarme a rezar.
Ayer, de miedo a matar,
en vez de pelear me puse a correr.
Me vi a la sombra o finao.
Pensé no verte y temblé.
Si yo, que nunca aflojé,
de noche, angustiáo, me encierro a llorar.
Decí, por dios, que me has dao
que estoy tan cambiao,
no sé más quién soy.
Te vi pasar, tangueando, altanera
con un compás tan hondo y sensual
que no fue más que verte y perder
la fe, el coraje y el ansia 'e guapear.
No me has deajo ni el pucho en la oreja
de aquel pasao malevo y feroz.
Ya no me falta pa' completar
más que ir a misa e incarme a rezar.