Hoy viene a ser como la cuarta vez que espero
desde que sé que no vendrás más nunca.
He vuelto a ser aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura.
Y tú apareces en mi ventana
suave y pequeña, con alas blancas.
Yo ni respiro para que duermas y no te vayas.
Qué manera más curiosa de recordar tiene uno
Qué manera más curiosa.
Hoy recuerdo mariposas que ayer sólo fueron humo.
Mariposas, mariposas, que emergieron de lo oscuro,
bailarinas silenciosas.
Tu tiempo es ahora una mariposa.
Navecita blanca, delgada, nerviosa.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.
Tu tiempo es ahora una mariposa.
Navecita blanca, delgada, nerviosa.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.
Así eras tú en esas tardes divertidas.
Así eras tú de furibunda compañera.
Eras como esos días en que eres la vida
y todo lo que tocas se hace primavera.
Ay, mariposa, tú eres el alma
de los guerreros que aman y cantan
y eres el nuevo ser que asoma por mi garganta.
Qué manera más curiosa de recordar tiene uno.
Qué manera más curiosa.
Hoy recuerdo mariposas que ayer sólo fueron humo.
Mariposas, mariposas, que emergieron de lo oscuro,
bailarinas silenciosas.
Tu tiempo es como una mariposa.
Navecita blanca, delgada, nerviosa.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.
Tu tiempo es como una mariposa.
Navecita blanca, delgada, nerviosa.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.