No creas que fue fácil, te lo digo en realidad,
Cuando vino un policía a decirme la verdad
Sobre qué era lo que hacÌas y cómo te llamabas
Y los crueles actos a los que te dedicabas.
Cómo imaginar que mi dulce nena,
Era igual que el asesino de aquella escena
En que mata a cuatro tipos con gran soltura:
Una mano en la pistola y otra mano en la cintura.
Asesina, asesina...
¡¡Perra asesina!!
Aterrorizado comencé a entender,
Que la carne que me dabas a la hora de comer
Nunca la comprabas en la carnicería,
Sino que era el producto de tus crueles fechorías.
Y ahora que conozco tus instintos asesinos,
Comprendo ya porquÈ me fui quedando sin vecinos.
Y lo peor de todo es que la carne de animal
Ya no me la como porque no me sabe igual.
Asesina, asesina...
¡¡Perra asesina!!