Miquela, Miquela, no se me borra lo que decías. Caía la lluvia, pero brillaba el sol en tu ironía Y al salir del colegio, volviendo a casa, me jurabas Que hay un solo tren, Solo pasa una vez y después adiós... Y esperábamos juntos los dos. En clase formales, una mirada yo y un gesto tú. Los deseos normales después en casa con muy poca luz. Y aquel hijo que un día no tuvo sentido Yo no sé si hoy podría tenernos unidos Para esperar esa estrella que jamás llegó a brillar. Quién era, quién eras, Ya nuestro tren ha pasado. No espero, no esperas, Ahora ya todo ha cambiado.
Y yo soy solamente yo y tú bastante con ser tú. Ya ves... Y me acuerdo de ti, entre frágil y dura. Y me acuerdo de mí todo lleno de dudas. Siempre esperando esa Estrella que jamás llegó a brillar. Quién era, quién eras, Ya nuestro tren ha pasado. No espero, no esperas, Ahora ya todo ha cambiado. Y yo soy solamente yo y tú bastante con ser tú. Ya ves... Miquela, Miquela y tu sonrisa no cambiará jamás. Y quizás aquel hijo perdido y soñado, Nos tendría a su lado a los dos Esperando ese tren que una vez ha pasado... ... ese tren que nos dijo adiós