Perdón por ser tan simple
ser tan evidente
un lastre para ti.
No, tampoco tu eres nadie
no vales tanta pena
por eso aunque me veas ya no estoy.
Así me quieres tú
soy carne de cañón
y abres fuego
ataque al corazón.
Tu, callando siempre a gritos
dejando poco espacio
para respirar.
Sí, me voy porque te quiero
y el tiempo te pondrá en tu sitio
perdona, pero esto es el final.
Así me quieres tú...
Desde mi pequeño infierno
me he encontrado a tu salud
Y me juego tu recuerdo a cara o cruz.
Así me quieres tú...