Empieza
comienza con la luna
y sigue con tu pie.
Regresa
tus huesos se están yendo
sin ver nunca la luz.
En el almizcle de los días
la luz optó por alumbrarte
y a la vez conoció tu amor sin retorno.
Camina
o compra las estrellas
para sobrevivir.
Arriba
tu cuerpo escucha todo
herido por vivir, herido, herido por vivir.
Y ese dulzor evanescente
se irá perdiendo entre tus nombres
te hará pensar
que sólo estás.
Decime dónde dónde dónde
puedo darte mi alma... descansa.
En el estío de este mundo
te esperan todas las ventanas
y a la vez volverás al sol sin retorno