Empieza comienza con la luna y sigue con tu pie. Regresa tus huesos se están yendo sin ver nunca la luz. En el almizcle de los días la luz optó por alumbrarte y a la vez conoció tu amor sin retorno. Camina o compra las estrellas para sobrevivir. Arriba tu cuerpo escucha todo
herido por vivir, herido, herido por vivir. Y ese dulzor evanescente se irá perdiendo entre tus nombres te hará pensar que sólo estás. Decime dónde dónde dónde puedo darte mi alma... descansa. En el estío de este mundo te esperan todas las ventanas y a la vez volverás al sol sin retorno