Humillante y abusiva,
La intocable impunidad,
Los huesos en el desierto,
Muestran la cruda verdad
Las muertas de Ciudad Juárez,
Son vergüenza nacional.
Mujeres trabajadoras,
Pasto de maquiladoras,
Cumplidoras y eficientes,
Mano de obra sin igual,
Lo que exportan las empresas,
No lo checa el aduan*l.
Vergonzosos comentarios,
Se escuchan por todo el mundo,
La respuesta es muy sencilla,
Juárez sabe la verdad,
Ya se nos quitó lo macho,
O nos falta dignidad.
"La mujer es bendición,
Y el milagro de la fe,
La fuente de la creación,
Parió al zar y parió al rey,
Y hasta al mismo Jesucristo,
Lo dio a luz una mujer,
Es momento ciudadanos,
De cumplir nuestro deber,
Si la ley no lo resuelve,
Lo debemos resolver,
Castigando a los cobardes,
Que ultrajan a la mujer."
Llantos, lamentos y rezos,
Se escuchan en el lugar,
De las madres angustiadas,
Que al cielo imploran piedad,
Que les devuelvan los restos,
Y poderlos sepultar.
El gran policía del mundo,
También nos quiso ayudar,
Pero las leyes aztecas,
No quisieron aceptar,
Tal vez no les convenía,
Que esto se llegue a aclarar.
Que hay varias miles de muertas,
En panteones clandestinos,
Muchas desaparecidas,
Que me resisto a creer,
Es el reclamo del pueblo,
Que lo averigüe la ley.
Es el reclamo del pueblo,
Que lo averigüe la ley.