Es otro día más en Santiago el sol sube la temperatura en este verano, camino
por las calles de este valle, lento mi movimiento, nunca tengo que apurarme,
siempre me hago tiempo para llegar al lugar de la acción para usar la técnica
adecuada según la ocasión. Veo que la gente pasa del trabajo a su casa sólo
cuidan su espalda el bolsillo y la plata para pagar el derecho a vivir en este
lugar y así la vida se acaba y también su libertad. Y así es el circo de trabajar
temprano en la mañana y ser sólo una maquina más de esta fabrica humana de
robots envasados en terno y corbata que mueven a este país de jaguares y
chapas que cuentan, que inventan para engrupirse a mi gente y que felices se
sientan. Todo por fuera se ve muy bonito, pero yo no creo todo lo que veo así
que sólo me dedico a caminar, buscar la libertad en las calles de ésta, mi ciudad,
y veo droga, abuso, violencia y corrupción y el demócrata Frei sólo se hace el
güeón, nos censura, nos prohibe, pero yo tengo a mi gente siempre presente,
voy a una fiesta a vacilar toda mi gente dispuesta a bailar y empujar a los
políticos y sus promesas porque quieren encerrar nuestra cabeza, todos hablan
mal de la marihuana para encubrirla más de la c**a que ellos se jalan por que
son guiñas pa' la patanga, güiñas pa' la patanga porque todo lo que yo quiero
es ir a fumar esa caña. Y así tenemos que vivir en esta ciudad, escondidos de los
pacos pa' poder fumar, porque somos sospechosos a primera vista los pacos
nos miran y no son realistas y sólo es otro día más en Santiago...
Es otro día más en Santiago, es otro día más en Santiago.
Santiago nocturno, es a esta hora cuando aparecen los habitantes desde la
sombra hay un lado oscuro en este valle violento que camina todo tiempo al
lado tuyo, ya es de noche y en mi cama sólo se oye un murmullo, miles de voces
ahogadas por el humo, dejan pasar un día más sin importar que es otro día más
en el mundo y en particular, Santiago es el lugar donde camina la gente y donde
nadie hace preguntas para no pensar en la posibilidad de recordar en el lugar
donde nacimos, crecimos y donde vamos a terminar. Misterioso paisaje de la
cotidianidad, uno sobre otro viven su libertad, unos están bien, otros están
mal, según como se vea, como la ves, como la veo. De adentro hacia afuera
todo es muy intenso, querido y odiado y hasta a veces grotesco pero yo sigo
aquí recordando mi pasado y todo lo que no he olvidado en este nuevo lugar
llamado Santiago (Santiago, Santiago)
Es otro día más en Santiago, es otro día más en Santiago.
Los climas pasan por el marco del valle, el cielo abierto no termina y cae como
una mirada sobre cada detalle del temple santiaguino y todas sus calles, me
imagino cuantas vidas hay acá, la cantidad de luces en la noche lo indica. Hay
exceso de necesidad, se nota en los pesos y en la posibilidad de progreso, la
naturaleza observada en infierno sabe que ella es la presa del reino clandestino
que poco a poco ha asomado la cara del verdadero destino, sigo la línea de una
mirada que en 360· no se acaba. A mi alrededor, la vida normal, las carreras de
los micreros, como olvidar tantos recuerdos, parte de una costumbre, la que se
hunde a los pies de la cordillera, identidad, propiedad de esta Tierra.
Es otro día más en Santiago, es otro día más en Santiago, es otro día más en
Santiago, es otro día más en Santiago.