El télefono sonaba
y sin pensarlo, respondí
pero dijiste mi nombre
y ahí tu voz, reconocí
hace tanto tiempo
que nos separamos, sin hablar
que no tuvimos tiempo
ni de poder llorar.
No esperaba tu llamada
pero escucharte me hace bien,
el tiempo pasa volando
y la memoria siempre queda en pie
recuerdo bien tu casa,
y en el fondo el ciprés
y todavía me acuerdo
de tu gato siamés.
Vos sabés como es mi vida
sigo siempre el mismo tren,
tengo blues por la mañana
y por la noche tengo blues también,
despues de tanto tiempo,
tenemos tanto que hablar
quedemos que una noche
te voy a visitar.