Al fin me vuelves a hablar,
y lo haces diluviando,
entre charcos y baladas
que se ríen de mí.
Qué mala es la sombra, qué mal,
qué mala la gente y hablar por detrás.
La noche es descomunal,
sin paraguas va calando
tu falta de autoestima
y mi desesperación.
Resguardarse a salvo de la vida es vital,
vital como tu sonrisa, vital como mis mentiras,
vital...
Al fin me vuelves a hablar,
al fin, al final vas a hacerme saber
lo que ya sabían
los astros y el rey.
Y vuelvo al origen, al principio,
por las mismas calles infinitas,
las calles que nunca se acababan,
caminábamos horas y horas.
Y volaba el tiempo, y volaba
de la mano de un futuro juntos
que al final juntos destrozaremos,
al final eso es lo que tenemos,
al fin lo vas a cumplir.
Sabía que llegaría como una profecía,
no hay forma de escapar.
Qué mala es la sombra, qué mal,
qué mala la gente y hablar por detrás.
La noche es descomunal,
y al fin, al final vas a hacerme saber
lo que ya sabían
los astros y el rey.
Y vuelvo al origen, al principio,
por las mismas calles infinitas,
las calles que nunca se acababan
caminábamos horas y horas.
Y volaba el tiempo, y volaba
de la mano de un futuro juntos
que al final juntos destrozaremos,
al final eso es lo que tenemos.
Al final se acaba como siempre,
como siempre ha terminado todo,
como siglo tras siglo tras siglo
ha pasado hasta hoy,
el peso de la historia es lo peor.