Ella llegó como un viento helado, y era el principio del verano, nunca jamás pude sospechar la traición. Su cara tembló cuando puse mi mano junto a las suyas en la barra del bar. Pero jamás pude sospechar la traición.
ni un whisky ni cuatro fueron suficientes, para pagar lo que sucedió, ni el agua del mar puede con el fuego de mi pasión. Ella se fue como un ave nocturna, yo desperté y sólo vi desolación. Y en una piedra la palabra traición.