Ella llegó como un viento helado,
y era el principio del verano,
nunca jamás pude sospechar
la traición.
Su cara tembló
cuando puse mi mano
junto a las suyas
en la barra del bar.
Pero jamás pude sospechar
la traición.
ni un whisky ni cuatro
fueron suficientes,
para pagar lo que sucedió,
ni el agua del mar puede
con el fuego de mi pasión.
Ella se fue como un ave nocturna,
yo desperté y sólo vi desolación.
Y en una piedra la palabra traición.