Odio el mundo entero de principio a fin, si la tierra es roja mi sed enorme aquí. Suelos agotados, cansados tú y yo, desierto, tan débil, me siento breve matorral, antipático zarzal.
Aridez gigante como indefensión tal es el quejido de mi corazón. Pueblos despoblados, cansados tú y yo, tan lejos, no entiendo, seremos número sin par, ecuación sin terminar.