Odio el mundo entero
de principio a fin,
si la tierra es roja
mi sed enorme aquí.
Suelos agotados,
cansados tú y yo,
desierto, tan débil,
me siento
breve matorral, antipático zarzal.
Aridez gigante
como indefensión
tal es el quejido
de mi corazón.
Pueblos despoblados,
cansados tú y yo,
tan lejos,
no entiendo,
seremos
número sin par, ecuación sin terminar.