Os cuento la historia de un niño que creció solo
Siendo un fracaso, haciendo caso omiso a todo
Solo sabe respirar a gusto bajo cielos rotos
En una mano un corazón podrido y en la otra un par de fotos
Vive como puede, haciéndolo a su modo
Camina sobre piedras roídas que dibujan un gris desierto
Incierto, la calle tiempo ha se hizo amuleto
Pues pisar la puerta de casa hacía evocar tiempos remotos
Pensaba siempre, a cada paso, dando vueltas
Imagina que sería de él si no se hubiese vuelto loco
Pues apenas se reconoce y se encerró en su propia celda
Al descubrir que su padre viajará por siempre por llanos ignotos
No es devoto, dios en él ni voz ni voto
Ve mucho más verdadera la cara oculta de la mentira
Se crió bajo el engaño que bien le inculcaron todos
Y ahora pregunta si el señor existe por qué romper su familia
Mientras camina, su interior llanto llega al clímax
Como el de su abuela al ver perder a su hijo demasiado joven
Lágrimas caen como la venda que pisó Justicia
Al dejar que dos críos y su madre en el velatorio lloren
"Vaya noche aquella" piensa cuando el humo perfuma
Se hizo larga pues estuvo casi tres días sin dormir
La soledad y la incomprensión lo llevaron a escribir
Y vio que el papel es el único amigo que jamás se esfuma
Sin saber que creer, ni que hacer, ni que ver
Saca sus buenas notas solo para evitarse peleas
Con su madre quien ya llora cada aislado anochecer
Buscando entre las sábanas aquel hombre que tanto anhela
Su único miedo es pensar como crecerá su hermano
Si carece de educación, cultura y un amor paterno
Intenta guiarlo por buen camino tendiendo su mano
Mas las voces del error le gritan que no es el mejor ejemplo
No puede hacerlo, y carece de amistad alguna
Su lengua son sus puños y su psicólogo son las paredes
Todo el mundo ofrece su hombro con voz firme y segura
Pero nadie acude cuando el frío llega y cae la nieve
Apenas disfruta con lo que antes eran pasiones
El deporte es una carga y lo demás huecos vacíos
Probó el alcohol y desde entonces cada noche es un buen lío
Y si llaman de casa son todo malas vibraciones
Peleas, como al tomar sus pastillas
Y el efecto que producen le hacen perder la cabeza
No quiere tomarlas, pero cada mañana se obliga
Pues no quiere que nadie pregunte por su cara seria
Los besos de mujeres suelen ser su panacea
Con ellas arregla aquel trozo partido que le infarta
Luego llega el amor, los celos y sus problemas
Y se ve peor que antes, sentado en la calzada
No quiere s**o como el resto de cabezas huecas
Solo quiere un pecho cálido para dormir sin mantas
De hace meses por su piel nadie sus dedos pasea
Y si lo hacen les falta tiempo para clavarse en su espalda
Su confianza jamás había existido dentro de él
Pero crece más bien poco al no ver mensajes que lo busquen
Visitar espejos, en su lista de miedos a vencer
Se vuelve berserk cada vez que ve su sombra lúgubre
Se apropia de la mofa ajena y se encapucha enajenado
Siente en sus piernas gangrena, mas pasea despechado
Se ve fútil, se siente inútil, sin sendero a tomar
Y no puede más, solo se le vuelve a ir más de sus manos
Echa de menos muchas cosas que nunca volverá a tener
Como aquella musa, que iluso dejó adornar prosa
Retrató su bello rostro y su luz blanca con su pincel
Y al echar un vistazo, la lluvia el lienzo emborrona
Espera impaciente a la muerte queriendo acelerar su paso
Aunque teme al suicidio, no quiere sufrir dolor
Si toma su moto, pone al límite su motor
Deseando que en la próxima curva le llegue su ocaso
Entre sombras se escuda buscando cálidos abrazos
Que no identifica, torpe, no recuerda como son
El amor no existe piensa curando heridas que son balazos
Porque su alma errante jamás pudo sentir su calor
Se pierde en bancos sentado descifrando lunas llenas
Aullándole entre dientes rotos a su lúgubre tez blanca
Sus patas cansadas apenas logran tenerse en pie
Es un lobo solitario, que huye de la manada
Sigue en la calle, cuando el reloj llega a las doce
Nadie lo busca, se nubla su mirada, taciturno
Rodeado de hormigón y hierro se funde entre bloques
Escribiendo su epitafio al pasar cada segundo