Caricaturas de gris cemento, una calzada que expira inerte
Muros alzados por miedo sobre una jungla de podrida suerte
La muerte aquí es el verdugo más fuerte
Que vaga cual poeta ciego sin temor a que despierten...
...las voces acalladas por miles de murallas
Agazapadas las almas con sus trampas ansiadas disparan balas
Can*llas, siempre alcanzarán el extásis
Si se esconden en la mugre y la luz contagia la metástasis
Y llegan, la dama noche y sus secuaces
El brillo de sus miradas escondida bajo burdos disfraces
Maleantes comediantes que buscan su destino renqueantes
Forjados en la ilusión de esos niños sin padres
Faroles que se apagan, fuegos que se crecen
Llamaradas trasnochadas abandonadas por su propio ambiente
Y que se enciende si el cielo desciende
Y los cráneos que aprenden no entienden las palabras que indecentes mienten
Dementes, sin caminos que seguir
Hogueras que prender, dolores que sufrir: que van a decir
Se destripa el génesis, el sol su némesis
Cuando el caos es frenesí y el cosmos deja de existir
Su pálido color lo cubre todo
Ratas que se hunden en alcantarillas inundadas de lodo hasta su fondo
Atestadas por inconscientes seres, serán gusanos
Quizá hermanos que reptan por profundidades inertes
Zánganos que duermen en sótanos
Titanes con miles de ojos rojos que a su antojo custodian de dos en dos
Solos quedan, rasgando atmósferas gigantes
Fulgurando con sus cabezas perdidas en su eterno dédalo
Anómalo el calor que se desprende, perdido
Vencido por el malherido color de una luna que se vende
Verde en su palidez milenaria, extraterrestre tez
Cuando ve que la anarquía germina en todas sus hectáreas
Es el almizcle que absorbe el área
Cruel realidad de un canto que emite una sirena obesa que nunca se sacia
De cemento las acacias, de piedra crecen los pétalos
En moradas que no respetan los sueños de sus almas rancias
Quizá, su rota fragancia carcoma hasta sus dientes
Sus encías vencidas quedan por viscosidad y peste
Son fluidos esparcidos por paredes
Embadurnando con presunción y unción la ejecución de sienes
En el pavimento se refleja el cielo, serpientes vuelan como dragones
Mientras pájaros reptan sobre este falso espejo
Lejos ya tal vez se divise el agua
Que fraguará a leguas indistinguibles vástagos de inoxidable acero
Me pierdo en las tinieblas, soy un inquilino más
Que vagabundea y se paladea en el hedor de esta fosa fecal
No hay sitio para guerreros, no hay lugar para la lucha
Odisea en este coliseo de cuentos sin final
En la ciudad el aire se inspira tranquilo
Prosigo y sigo vivo, no sé como aún ni como existo
Soy el hijo pródigo, bailando entre no muertos
Respirando los vapores de un asfalto que no descifra mi código