Dulces aguas del estrecho,
tierras moras y cristianas,
de Cádiz a Casablanca
se anda paseando la parca.
La brisa mece las olas
y hay suspiros de agonía,
en el fondo de este mar
reposan sueños de mejor vida.
¡Joder! ¡Qué existencia más mugre nos toca vivir!
Todo el día de arriba p'abajo sin un rumbo fijo,
para verlos morir.
Bien recuerdo aquellos tiempos
en que ni comer podía,
me cagüen mi calavera
aquí hay mucha policía.
¿Cuánto tiempo dime cuánto
va a durar esta agonía?
Si merece ya la pena
morir en comisaría.
¡Joder! ¡Qué existencia más mugre nos toca vivir!
Todo el día de arriba p'abajo sin un rumbo fijo,
para verlos morir.
¡Qué hostias moros ni cristianos!
Religiosos del copón,
que vayan todos a misa,
no me toquen los cojones.