Eran los días de la venganza
Y un fantasma recorría esta tierra
Por las noches tú y ella se volvían
Vengadores de una idea y una herida
Y en la búsqueda mortal de heroísmo
Que poco a poco se convirtió en demencia
En el vacío atractivo del abismo
Que estallaba en tus manos como un grito
Nunca estará solo, compañero
Somos gotas de sangre que el mundo nuevo regarán
Ya no somos los mismos de antes
La materia nunca se destruye solo se transformará
En tu voz, en tu voz
Sálvate tú
Déjame aquí
Sigue corriendo
Porque yo
Ya no puedo seguir
No dejes que mueran tus ideas
Pero tampoco que se vuelvan de piedra
Somos testigos de un tiempo incierto
Herederos del futuro y del infierno
Sálvate tú
Déjame aquí
Sigue corriendo
Porque yo
Ya no puedo seguir
Sálvate tú...