Entre p?talos de rosas busqu? su amor y encontr? violencia en lo que antes
era una flor. Le entregu? mi cuerpo, ?l compr? mi juventud a cambio de
partirme el alma en dos. Dej? de esperar que el perfume de su voz no
destilara odio y alcohol, que sus golpes no dolieran. Dime por qu? no he
tenido alguien que cuidar? de m? y ahora que mi vida ech? a dormir siento
que apenas viv?. Ven, toma mi mano y duerme. Yo soy la voz de la vida y de
la muerte, un hola y un adi?s. So?ar?s caricias sobre un lecho de cala y de
luz y perfumar? tu alma con gotas de paz y de amor. Deja de llorar.
Abr?zame, ya todo termin?. La ternura hoy peinar? tu piel sobre el arco iris
hay alguien que te espera. Deja que mimen tu boca los labios del amanecer
que el susurro del dolor se ir? y que arda en olvido, el ayer. Que el placer
duerma en tu pecho y con besos anude tu ser. Que la amargura hoy eche a
volar. Te espera otra flor, s?gueme. Desp?dete ya, se acaba el tiempo, ven
hacia la luz. No tengas miedo, ?l no volver?. La eterna angustia ser? su
condena.
[Txus- Madrid 21 de enero de 2003.]