Voy a cantar un corrido
que traigo prendido
en el fondo de mi alma.
Es la desgracia de un hombre
que fue muy mi amigo
y murió en la barranca.
Era rival en amores
de un hombre muy macho
que siempre ganó.
Se disputaban a Rosa,
la niña más chula
de aquella región.
Se citaron la noche más negra
y al barranco acudieron los dos.
Eran las diez de la noche
en la vieja capilla
que esta en el panteón
cuando sonaron dos tiros
y un hombre sin vida
al barranco cayó.
Hoy han pasado dos años.
Y a aquel buen amigo
ya nadie recuerda.
Hoy adornaron la iglesia:
Se casa Rosita,
estamos de fiesta.
Sale vestida de blanco,
más linda que nunca,
camino al altar.
Mientras yo sé que, en la cárcel,
un hombre muy macho
se piensa matar.
Yo, por eso, le canto a la vida.
Yo, por eso, no creo en el amor
Eran las diez de la noche
en la vieja capilla
que está en el panteón
cuando, en la cárcel del pueblo,
sonaron dos tiros
y un hombre murió.