No pude ser algo grande
por no haber ido a la escuela.
Sigo aprendiendo, despacio,
lo que la vida me enseña.
No pude alcanzar la gloria
por no salir de mi pueblo,
un pueblo lleno de historia:
no quise dejar de verlo.
No sé ni escribir mi nombre,
yo no entiendo los letreros.
Soy de este mundo el más pobre.
Hijo de Pedro, el herrero.
Por lo que sufre mi madre
yo cada día más la quiero.
Cuánto trabaja mi padre
por tan poquito dinero.
Y yo no puedo ayudarlo
por no haber ido a la escuela.
Sigo aprendiendo despacio
lo que la vida me enseña.
Pero me siento orgulloso,
aunque no tenga dinero,
de ser hijo de mi padre:
Mi padre es Pedro, el herrero.
Pedro, el herrero.