Virgencita de Zapopan,
que me has visto padecer,
déjame llorar de pena
por si no te vuelvo a ver.
Ya me voy de mi Jalisco
por culpa de una mujer.
Tú sabrás que lo que me hizo,
aunque sé que sí me quizo,
no se puede resolver.
Adiós mi Guadalajara;
ya me voy, ¡qué le he de hacer!
La alegría de tu mariachi,
mi San Pedro Tlaquepaque,
ya no lo volveré a ver.
Virgencita de Zapopan
cuídame pa' no caer.
No me voy arrepentido,
porque sé que tengo honor;
voy a ver si encuentro olvido,
o me muero de dolor.
Dicen que los de Jalisco
no nos sabemos rajar;
Pero es tanto lo que me hizo,
que aunque soy hombre macizo,
ya no aguanto mi penar.
Adiós mi Guadalajara;
ya me voy, ¡qué le he de hacer!
La alegría de tu mariachi,
mi San Pedro Tlaquepaque,
ya no lo volveré a ver.
Virgencita de Zapopan
cuídame pa' no caer.