Virgencita de Zapopan, que me has visto padecer, déjame llorar de pena por si no te vuelvo a ver. Ya me voy de mi Jalisco por culpa de una mujer. Tú sabrás que lo que me hizo, aunque sé que sí me quizo, no se puede resolver. Adiós mi Guadalajara; ya me voy, ¡qué le he de hacer! La alegría de tu mariachi, mi San Pedro Tlaquepaque, ya no lo volveré a ver. Virgencita de Zapopan cuídame pa' no caer. No me voy arrepentido,
porque sé que tengo honor; voy a ver si encuentro olvido, o me muero de dolor. Dicen que los de Jalisco no nos sabemos rajar; Pero es tanto lo que me hizo, que aunque soy hombre macizo, ya no aguanto mi penar. Adiós mi Guadalajara; ya me voy, ¡qué le he de hacer! La alegría de tu mariachi, mi San Pedro Tlaquepaque, ya no lo volveré a ver. Virgencita de Zapopan cuídame pa' no caer.