Con el alma muerta,
con los ojos tristes,
te perdono todo
pero yo me voy.
Aunque tú me quieras,
aunque yo te adore,
ve pensando en otro
porque yo me voy.
No sabrás por nadie
si culpe al destino
o si te maldije
por tu ingratitud.
Sé perfectamente
que pagué con llanto
la divina gracia
de tu juventud.
Sé perfectamente
que jugué a las cartas
y que sin tocarlas
yo perdí el albur
Estas cosas en la vida
que parecen increibles
se repiten diariamente,
unas veces por cariño
unas veces por capricho
y también sinceramente.
Con el alma muerta,
con los ojos tristes,
te perdono todo
pero yo me voy.
Sé que tu cariño
quedará prendido
como cosa grande
de mi corazón.
Pero ya te dije
que me voy pa' siempre,
y aunque sea mi muerte
éste fue mi adios.
Éste fue mi adiós.