Soy marino, vivo errante;
cruzo por los siete mares,
y como soy navegante
vivo entre las tempestades,
desafiando los peligros
que me dan los siete mares.
Cuando el mar está tranquilo,
y hay estrellas en el cielo,
entre penas y suspiros
le hablo a la mujer que quiero,
y solo el mar me contesta:
"ya no llores marinero".
Me dicen el siete mares,
porque ando de puerto en puerto,
llevando conmigo mismo
un amor ya casi muerto.
Yo ya quisiera quedarme,
juntito a mi gran cariño,
pero esa no fue mi vida:
navegar es mi destino.
Estrellita marinera,
compañera de nosotros,
qué noticias tienes 'hora
de'esa que me trae tan loco;
si es que todavía me quiere,
dímelo poquito a poco.
Olas altas, olas grandes,
que me arrastran y me alejan,
cuando entremos en Tampico
quedense un ratito quietas,
tal siquiera cuatro noches
si es que entienden mi tristeza.
Me dicen el siete mares,
porque ando de puerto en puerto,
llevando conmigo mismo
un amor ya casi muerto.
Yo ya quisiera quedarme,
juntito a mi gran cariño,
pero esa no fue mi vida:
navegar es mi destino.