Las cosas que tiene el querer atentan en mi corazón, desnuda verdad de mi pecho que va decidiendo morir por amor. La huella la deja el que va quien busca la felicidad los sueños no tienen fronteras escapan del yugo de la realidad. Los ojos que miran al sol, los ríos que buscan el mar en vuelo de amor la torcaza se aleja del nido y al cielo se va. La llama que enciende el amor
la duda no puede apagar, no tarda la lluvia en verano ni el viento en las bardas detiene su andar. El norte pretende dejar señales de la dirección te marca el camino la estrella que vive en el centro de tu corazón. Morada que encuentra el dolor y el frío de la soledad, tristeza que lleva en las manos quien corta las las de la libertad