Yo quisiera olvidarte;
me es imposible, mi bien, mi bien.
Tu imagen me persigue:
tuya es mi vida y mi amor también.
Y cuando pensativo yo solo estoy,
deliro con la falsía
con que ha pagado tu amor mi amor.
Si yo pudiera tenerte
a mi lado todo el día,
de mis ocultos amores,
paloma, te contaría.
Pero, es inútil mi anhelo;
jamás, jamás.
Vivo sólo para amarte,
callado y triste; llorar, llorar.
Dicen que no me quieres;
pero ese no es un motivo.
Me privas de tus miradas,
mi alma, sin ellas, no vivo.
Voy a esconderme a una selva,
sólo a llorar.
Pueda ser que, en mi destierro,
tus ojos negros pueda olvidar.
En una noche serena,
al cielo azul miré, miré.
Contemplando a las estrellas,
a la más bella le pregunté:
si era ella la que alumbraba
mi amor, mi amor;
para pedir por ella,
al Dios piadoso, resignación.