Yo soy el dueño de todo, pero nunca tengo nada. Yo hago la luz, hago el fuego, hago el viento y hago el agua. Yo soy el dueño de todo, pero nunca tengo nada. Mis manos a la madera, le hacen hacer maravillas. Yo soy quien templa el acero, y quien echa la semilla. Mis manos a la madera, le hacen hacer maravillas. Yo hago la silla y la mesa, y no tengo ande sentarme.
Total, si ya no me queda ni el derecho de cansarme. Yo hago la silla y la mesa, y no tengo ande sentarme. Yo hago el palacio, y mis hijos duermen en ranchos de lata. Soy martillo, hacha, tenaza, pinza, cuchara y azada. Yo soy el dueño de todo, pero nunca tengo nada. El día en que yo me canse, ¡van a arder las llamaradas!