Entre la cirrosis Y la sobredosis Andas siempre, muñeca. Con tu sucia camisa Y, en lugar de sonrisa, Una especie de mueca. ¿Cómo no imaginarte, Cómo no recordarte Hace apenas dos años? Cuando eras la princesa De la boca de fresa, Cuando tenías aún esa forma De hacerme daño. Ahora es demasiado tarde, princesa. Búscate otro perro que te ladre, princesa. Maldito sea el gurú Que levantó entre tú Y yo un silencio oscuro, Del que ya sólo sales Para decirme, "vale, Déjame veinte duros". Ya no te tengo miedo Nena, pero no puedo Seguirte en tu viaje. Cúantas veces hubiera dado la vida entera Porque tú me pidieras Llevarte el equipaje. Ahora es demasiado tarde, princesa... Tú que sembraste en todas Las islas de la moda Las flores de tu gracia, ¿cómo no ibas a verte Envuelta en una muerte Con asalto a farmacia? ¿Con qué ley condenarte Si somos juez y parte Todos de tus andanzas? Sigue con tus movidas, Pero no pidas Que me pase la vida Pagándote fianzas. Ahora es demasiado tarde, princesa Búscate otro perro que te ladre, princesa -- Tenía los pies diminutos, Y, unos, ojos, color verde marihuana, A los catorce fue reina del instituto, El curso que repetí, Las del octavo derecha dijeron: "otra que sale rana", Cuando, en "Crónicas Marceianas", la vieron Haciendo streap-tease. En sus quimeras de porcelanosa Conquistaba a Al Pacino, Los de "el Rayo"... no éramos gran cosa Para su merced, Si, la chiquita de Mariquita Pérez,
Tuviera un buen padrino, Los productores, que saben de mujeres, Le darían un papel. Pezón de fresa, lengua de caramelo, Corazón de bromuro, Supervedette, puta de lujo, modelo, Estrella de culebrón, Había futuro, en las pupilas hambrientas De los hombres maduros, Enamorarse, un poco más de la cuenta, Era una mala inversión. Debutó de fulana de tal En un vil melodrama, Con sus veinte minutos de fama Retiró a su mamá, El guión le exigía, cada vez, más Escenas de cama, Todavía, por Vallecas, la llaman: Barbi Superestar. La noche antes de la noche de bodas Arrojó la toalla, El novio, con un frac pasado de moda, Enviudó ante el altar, Mientras, Barbi, levitaba, en la Harley De un chulo de playa, Que, entre el Tarot, Corto Maltés y Bob Marley, Le propuso abortar. Al infierno se va por atajos, Jeringas, recetas. Ayer, hecho un pingajo, Me dijo, en el "tigre" de un bar: "¿Dónde está la canción, que, me hiciste, Cuando eras poeta?" "Terminaba tan triste Que nunca la pude empezar". Por esos labios, que sabian a puchero De pensiones inmundas, Habría matado yo, que, cuando muero, Ya nunca es por amor. Se masticaba, en los billares, que, el Rayo, Había bajado a segunda, Por la M-30, derrapaba el caballo De la desilusión. Debutó de fulana de tal En un vil melodrama, Con sus veinte minutos de fama Retiró a su mamá, El guión le exigía, cada vez, más Escenas de cama, Por Vallecas, ya nadie la llama: Barbi Superestar.