No soporta el dolor, le divierte inventar
que vive lejos, en un raro país,
cuando viaja en sueños lo hace sin mí,
cada vez que se aburre de andar
da un salto mortal.
Cuando el sol fatigado se dedica a manchar
de rosa las macetas de mi balcón
juega conmigo al gato y al ratón,
si le pido "quédate un poco más"
se viste y se va.
Cuanto más le doy ella menos me da
Por eso a veces tengo dudas,
¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?
Nunca me dice ven, siempre se hace esperar,
de noche como un sueño tarda en venir,
dibuja nubes con saliva y carmín,
cobra caro cada abrazo que da,
no acostumbra a fiar.
Cuando gritos de alarma suenan por la ciudad,
cuando los sabios dicen "no hay solución"
ella pretende que hagamos el amor
en una cama de cristal
a orillas del mar.
Yo que siempre traté de aprender a barajar
los naipes al estilo del triunfador,
ahora me veo jugando de farol
mientras su manga esconde un as,
sale siempre a ganar.
Cuanto más le doy ella menos me da,
por eso necesito ayuda,
aunque sea de Judas...
bésame un poco más.