Después de tanto tiempo al fin te has ido
y, en vez de lamentarme, he decidido
tomármelo con calma.
De par en par he abierto los balcones,
he sacudido el polvo a todos los rincones
de mi alma.
Me he dicho que la vida no es un valle
de lágrimas... y he salido a la calle
como un explorador.
He vuelto a tropezar con el pasado
y he decidido, en el bar de mis pecados,
otra copa de ron.
Y en otros ojos me olvidé de tu mirada
y en otros labios despisté a la madrugada
y en otro pelo
me curé del desconsuelo
que empapaba mi almohada.
Y en otros puertos he atracado mi velero
y en otros cuartos he colgado mi sombrero,
y una mañana
comprendo que aveces gana
el que pierde a una mujer.
Con el cartel de libre en la solapa
he vuelto a ser un guapo entre las guapas
chulapas de Madrid,
sólo me pongo triste cuando alguno,
en el momento más inoportuno,
me pregunta por ti.
Y en otros ojos me olvidé de tu mirada
y en otros labios despisté a la madrugada
y en otro pelo
me curó del desconsuelo
que empapaba mi almohada.
Y en otros puertos he atracado mi velero
y en otros cuartos he colgado mi sombrero,
y una mañana
comprendo que a veces gana
el que pierde a una mujer.