Cansado el mundo pide que lo salve
Mi frente arde y yo espero a que tú vengas
Blancas azucenas crecen en mi pecho
Y hasta ti arrastra su aroma este viento
Hoy nace un niño y el otoño me sonríe
Tú me lo pides y yo dejo de fumar
Y la ciudad febril tirita ante este encuentro
Todo conduce a ti, mientras tanto espero
Y yo que no creía en el destino
Mientras tú llegas las horas pasan
Clavando en mí sus agujas
Y en la penumbra me despierto
Buscándote a tientas
Mece mi cuerpo como a un árbol la tormenta
Y en su corteza tallo tu nombre
Mientras tú llegas, espera un hombre
Inquieto, escribe en el cielo
Blancos recuerdos del futuro
Y mil aves vuelan
Para llevarte una radiante azucena
Promesa de un tiempo mejor
Promesa de un tiempo mejor
Promesa de un tiempo mejor
Ya no sé que inventar
Para llenar las horas
Todas las cosas se empeñan
En hablarme de ti
Y, así, te escribo, me hago un té, me duermo
Salgo de casa, me digo que estoy bien, me miento
Feliz, sonrío y la tormenta se despide
Y en mi sonríen todos los hombres del mundo
En ti descubro siempre todos los misterios
La calma que atenúa este implacable vértigo
Y todo se ha de salvar si apareces tú
Mientras tú llegas las horas pasan
Clavando en mí sus agujas
Y en la penumbra me despierto
Buscándote a tientas
Mece a este tiempo como a un árbol la tormenta
Y en su corteza tallo tu nombre
Mientras tú llegas un hombre espera
Y resuelto hace su nido
Y en el principio fue tu verbo
Amarte así, con la urgencia
De quien teme que llegue su fin
Sin ti sólo queda esperar
Mientras tú llegas, esperar
Sin ti sólo queda esperar
Mientras tú llegas, esperar