En Hamelin los ratones
a la nada se lanzaban
tras la música hechizada
de un flautista de renombre.
Se detuvo en el camino
un ratón a preguntarse
por qué seguir tan campantes
aquel son tan asesino.
Reunida en asamblea
la disidencia roedora,
decidieron que era hora
de cambiar de cantinela.
Unos votaron candombe,
uno samba, otro cumbia,
otro el rumor de la lluvia,
uno incluso cantautores.
Rebelión en Hamelin.
No me seas conformista.
Acuérdate de vivir,
que no te engañe el flautista.
Rebelión en Hamelin.
Duda del son de la inercia.
El mundo gira por ti
cuando buscas las respuestas.
Lo tiraron al flautista
desde la orilla hasta el río
y rescatan lo perdido
renovando melodías.
Los ratones desde entonces
deciden juntos la senda.
Sin que nadie los reprenda
bailan sus propias canciones