Con los cinco pinares de tu muerte y la mía
Tú volverás. Escucha. La promesa besada
Sobre tu cicatriz sin huella con racimo en silencio
Nos da destino y fruto en la herida del aire
Si yo pudiera darte la creencia y los años
La visión renovada esta tarde de otoño
Deslumbrada y segura sin recuerdo cobarde
Vileza macilenta, sin soledad ni ayuda...
Es el amor que vuelve. ¿Y qué hacemos ahora
Si está la alondra del alba cantando en la resina
De los cinco pinares de tu muerte y la mía?
Fue demasiado pronto pero ahora no es tarde
¡Si es el amor sin dueño, si es nuestra creación:
El misterio que salva y la vida que vive!