Sin pudor el aguacero que cae, y moja sin contemplaciones la acera,
De vuelta de todo sin prisa, las caricias que ya no valen nada de nada de nada,
Y el rincón donde se quedan los sueñso, amenizados por unos columpios,
Dando vueltas sobre un eje que no existe, que esta en cada cual en su imaginación,
Y no sirvió de nada los barrotes que pusieron al sol,
Que la calle tiene alma y las aceras corazones,
Y no sirvió de nada cada azote ni el cara a la pared,
Que tanto campo atraves, resucito las neuronas,
Sin rencor erl alfalto se fue haciendo alvero, empolvo los ojos que estaban ciegos,
Contaron con mil hombros para descansar y eligieron madera de olivo,
Resbalándose que no quede nada en la piel, que arda solo al ver como cantan los jilgeros,
Deprisa que cierran las puertas y no hay mas agujeros que tapar,
Y no sirvió de nada los barrotes que pusieron al sol,
Que la calle tiene alma y las aceras corazones,
Y no sirvió de nada cada azote ni el cara a la pared,
Que tanto campo atraves, resucito las neuronas,